lunes, 9 de julio de 2007

EL FIN DE LAS CERTIDUMBRES

EL FIN DE LAS CERTIDUMBRES
Autor: Ilya Prigogine Editorial . O. Jacob 1996

Este libro de divulgación destaca la falta de certidumbre que existe en la Física. En un problema sencillo la Física alcanza gran exactitud, esto no es así en el caso donde hay muchas variables en juego: “Física de los sistemas complejos”. Es el caso del “caos” puesto en evidencia por el meteorologista Lorenz (1963). Sin embargo en el tema del caos se tienen ecuaciones deterministas (incluso las hay muy simples) para las cuales es imposible predecir el comportamiento a largos tiempos. Es evidente para la persona corriente la falta de exactitud de los pronósticos meteorológicos y que en ellos sólo se habla de probabilidades, concepto que usará mucho Prigogine.

Pero el problema de fondo que quiere estudiar P. es el de la coexistencia de leyes determinísticas de la Física y la libertad del hombre. Esta paradoja puede resolverse en el marco de lo que hoy se llama relación “mente-cerebro” (alma - cuerpo) bajo la alternativa: o la parte espiritual tiene poder para mandar sobre la materia (cosa nada ilógica pensando en el poder de ángeles o demonios, para el que cree en su existencia), o la opción por la que se inclina P. diciendo que el mismo mundo físico del que esta compuesto el hombre tiene cierto indeterminismo, capacidad de creación...En esto se muestra muy confuso.

Sin embargo estamos en un falso dilema ya que separamos totalmente la mente del cerebro a la manera de la “res cogitans” y “res extensa” de Descartes...como si nos acompañara un pequeño fantasmita.

En la Física P. investiga la termodinámica del no-equilibrio (irreversible), la termódinamica tradicional estudiaba estados en equilibrio (reversibles).

Otro de los puntos en los que insistirá en todo el libro consiste en el agregar “la flecha del tiempo” en Física. En efecto, tanto la Física Clásica como la Cuántica son invertibles respecto del tiempo. (No tienen en cuenta que un papel se torna amarillo con el paso de los años). P. hará un esfuerzo gigantesco para construir una nueva Física que supere la Clásica de Newton, la Relativista de Einstein y la Mecánica Cuántica. En esta nueva Física deben aparecer el caos, la complejidad, la irreversibilidad, la flecha del tiempo, la vida (autoorganización), y la solución al conflicto entre determinismo y libertad... Un químico que quizo superar a todos los físicos.

Los trabajos de P. son recientes, muy especializados y hasta ahora, solo confirmados en casos simples por la computadora. Faltaría la construcción coherente de su teoría y lo mas importante: su verificación experimental.

También estudia la teoría del Big Bang como el proceso irreversible por excelencia y en lo menos fundamentado del libro afirma que el tiempo (eterno) es anterior al Big Bang y que no hay creación “ex - nihilo”. Esto parece equivocado ya que si nada cambia no hay tiempo. El tiempo es la medida del movimiento según un antes y un después. Es importante tener en cuenta que P. no leyó el reciente libro “Tiempo y Universo” de Castagnino M y Sanguineti, J. J.

P. incursiona en lo ideológico: El futuro no es dado. Se ha llegado al fin de las certidumbres. Pero esto es generalizar los resultados de la física no lineal y caótica a la filosofía (esto no es válido, al menos como lo plantea P.).

Existen muchas certidumbres y muchas incertidumbres. De estas últimas la que presenta el principio de Heisemberg y ahora el caos en el terreno físico. Y la ya conocida por los griegos derivada de la libertad del Hombre.