Silicon Valley es el nombre con el que, durante la década del '70, se bautizó en Estados
Unidos a una enorme extensión de terreno virgen que, de un día para el otro, y a partir del
impulso que brindaron investigadores y docentes de la Universidad de Stanford, se
convirtió en la sede donde se desarrolló la revolución informática. Todo, a partir de un
simple invento: el microprocesador.
Hoy, en Silicon Valey están radicadas compañías como Apple, Cisco, eBay, Hewlett-
Packard, Yahoo!y Google, sólo por nombrar a las más famosas.
Algo del espíritu generado por ese enorme polo de industrias tecnológicas es el que se
quiere recrear con la inauguración del parque científico, tecnológico y empresarial de la
Universidad Austral, que está construyéndose en una terreno de 27 hectáreas rodeado de
bosques junto al campus que esa casa de estudios tiene en Pilar.
El ambicioso proyecto apunta a convertirse en una urbanización planificada para las
empresas cuyo objetivo básico es promover la cultura de la innovación y la competitividad.
Y tiene como objetivo principal atraer a firmas de comunicaciones, informática, software,
biotecnología, laboratorios, robótica y agroaplicaciones.
Para hacerlo, ofrecen una serie de beneficios impositivos que van desde la eximición del
pago por seis años de los municipales y de diez años en los de orden provincial. Pero
además, ponen a disposición el acceso a programas nacionales e internacionales destinados
a la investigación y al desarrollo empresarial y el acceso a facilidades crediticias.
La idea de quienes están trabajando en la iniciativa es que el parque sea una de las patas de
un centro en el que también se integre la universidad, para crear un clima de generación de
conocimientos y de información. Y confían que la oferta de puestos de trabajo de altísima
calificación sirva para atraer a científicos e investigadores que hoy desarrollan su trabajo en
el exterior.
Pero además, el parque tecnológico generará un enorme impacto económico y social en esa
región, por los 8 mil puestos de trabajo en forma indirecta que, se estima, se abrirán. El
efecto ya se está viendo en la zona: los terrenos cercanos ya aumentaron considerablemente
su valor.